jueves, 18 de noviembre de 2010

La juventud y el espíritu de solidaridad

Autor de la nota con un grupo de  jóvenes  Leos

 Por: Federico Nakachi Morimoto(*)


Una de las formas de inculcar valores a nuestros jóvenes es compenetrarlos con el espíritu de solidaridad, estimulando de esta manera su vocación de servicio, que se manifiesta en el interés por otros seres humanos de su comunidad que necesitan de un apoyo para sobrellevar su situación actual y en el mejor de los casos superar su status.

El Leonismo desde su fundación, se ha destacado por promover en el mundo  un espíritu de solidaridad y responsabilidad social con la sociedad y de manera especial a favor de aquellos que menos tienen, vía programas muy puntuales que  son dignos  de imitar por otras instituciones y personas.

En el caso de la juventud, no solo se trata de inculcarles el espíritu de servicio, sino también de fijar la atención de la institución en ellos, especialmente en los tiempos actuales en los que son muchos los peligros y riesgos a los cuales se ven expuestos constantemente.

Trabajar con los jóvenes sin duda es una grata experiencia pues significa que debemos alternar con quienes no solo constituyen el futuro de la humanidad sino también su presente. Esta tarea pone a prueba a las  personas mayores sobre la mejor manera de llevar a cabo una relación con personas de diferente edad, a las cuales no solo debemos consideración sino respeto.


Esta experiencia enriquecedora con la juventud, debemos llevarla a cabo, abriendo para el efecto ventanas de oportunidades, para que puedan desarrollarse, considerando que como bien se ha dicho no son solo el futuro, son el presente y por eso debemos tomar en cuenta sus aportes, inquietudes.

Debemos evitar por tanto cerrarle el paso a sus iniciativas, comprenderlas, aquilatarlas en su verdadera dimensión, y más bien aprovechar ese ímpetu de energías e ideas frescas para bien de nuestra institución que tanto la necesita.

En esta tarea los Clubes Leos, y los Asesores de los diferentes Programas Juveniles deben de esmerarse en fomentar el ambiente adecuado para que la juventud se interese por el servicio y evitar que puedan caer en los peligros que la vida moderna o el entorno pudieran ofrecer.

Todo trabajo en bien de la juventud será siempre beneficioso para la sociedad y el país en que vivimos, y todo aporte positivo que esta pueda hacer será también de mutuo beneficio.

Por todo lo expuesto quisiera ratificar mi fe en que fomentando la solidaridad y el espíritu de servicio en la juventud estaremos apostando por un mundo mejor. Sin duda es una manera de coadyuvar a  mantener un Crecimiento en Marcha.

(*) Ex Gobernador Distrito H-4
     Asesor Nacional de Relaciones Públicas
     Distrito Múltiple H-Perú






 













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