domingo, 19 de diciembre de 2010

La Valoración del Trabajo Leonístico


La mejor satisfacción de todo León es servir a los demás


Por Federico Nakachi Morimoto(*)

En esta oportunidad quisiera referirme al valor que debemos dar a los trabajos que se realizan en nuestros Clubes. Ya hemos escuchado de nuestros líderes expresiones sinceras en las que se enfatiza la importancia  que tienen los Clubes de Leones para concretizar la acción benéfica, al igual que el  valor -valga la redundancia- de cada uno de sus integrantes para esos propósitos.

Un Club ejecuta sus tareas de acuerdo a los recursos que dispone u obtiene, a la buena disposición de sus integrantes y, en cierta medida, al apoyo o facilidades que para el efecto va consiguiendo; con lo cual tampoco se quiere decir que más de las veces el ejecutar tareas de servicio conlleva a esfuerzos mancomunados que todos aceptamos de buen agrado.

En el buen sentido de la palabra, los Clubes no compiten entre sí para  demostrar cuál de ellos es el "mejor", y mucho menos lo hacen los leones al interior de los clubes, pues los socios persiguen iguales fines.

Quienes integramos un Club lo hacemos por el espontáneo deseo de servir y el compromiso que voluntariamente adquirimos con nuestra comunidad. En ese orden de cosas y siendo el Leonismo un voluntariado, brindamos cada uno de nosotros el tiempo disponible y, con este, nuestro esfuerzo y energías.

De la participación que tenemos en acciones de servicio y, por tanto, en la buena marcha de nuestros Clubes, va surgiendo un liderazgo natural que -por las características especiales de sus integrantes, además de la  humildad y tolerancia generada  con la buena práctica del compañerismo- tiende a mantenerse en el tiempo.

Esa  participación, aunada a una fluida comunicación, comunión de ideales,  principios y perseverancia, conlleva a que en su tiempo y momento, los Leones asuman responsabilidades en la conducción de sus  Clubes o  en   otras instancias superiores de la organización.

Estas responsabilidades tienen  carácter temporal; por lo mismo, en ese Período Leonístico, su desempeño requiere dedicación y  compromiso, y  sin duda del apoyo de nuestros demás dirigentes y asociados.

Si se tratara de sacar una conclusión sobre todo lo dicho, nos atreveríamos a destacar que todas las gestiones dirigenciales son importantes y se circunscriben al espacio y tiempo en la que se llevaron a cabo. Vale decir a la coyuntura que se tuvo que vivir.

De igual modo, los Leones no entramos a un Club para competir entre nosotros, sino con nosotros mismos; es decir: ser cada día mejores ciudadanos, mejores padres de familia, mejores amigos. Para eso, cada uno de nosotros de manera natural nos ponemos nuestras propias vallas y nos fijamos metas.

Es así que nuestra Asociación, con el paso del tiempo, contribuye con su grano de arena a cambiar el mundo que nos ha tocado vivir. No hay mejor premio para un León que la sonrisa de un niño desvalido, el restablecimiento de la visión de quien estuvo a punto de perderla, el encausamiento de la juventud y la unidad entre la familia, la escuela y la sociedad, entre otras tantas satisfacciones espirituales.

Compañeros Leones y amigos todos, trabajemos pues unidos para lograr esos grandes objetivos que el Leonismo se ha propuesto en bien de la humanidad.


(*)Ex Gobernador Distrito H-4 (PERU)

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